Los elixires amargos son, sin duda, una de las bebidas más apetecibles del verano. En un inicio, estas bebidas (resultado de infusionar hierbas, raíces y especias en alcohol) se recetaban como medicamento para tratar trastornos estomacales, entre otros. Pero ahora están más de moda que nunca, ya que los consumidores buscan cócteles algo más secos y herbáceos.
Pampelle es uno de estos aperitivos, que llega directamente desde tierras francesas para conquistar con su particular amargor. Se elabora de manera totalmente artesanal con pomelo rubí, una variedad cuyo zumo es más dulce que el de otras variedades. Se trata de una fruta baja en calorías y con propiedades diuréticas.
Para su preparación, se cortan los pomelos (cultivados en Córcega) en mitades y se dejan macerar. Sus pieles también se dejan macerando para extraer todos sus aceites esenciales. También se utilizan otros cítricos como el Yuzu, el Cedrat y el Bigarade. Después, el líquido resultante se mezcla con quinina, genciana y una base alcohólica elaborada a partir de vinos destilados.
Y, aunque Pampelle nazca en territorio italiano, se refina a orillas del río francés Charente. Su sabor es cítrico, dulce y amargo a la vez, ideal para disfrutarlo bien frío.
Más información en la página web de Pampelle.