La cultura japonesa se caracteriza por la búsqueda de la armonía en todos los ámbitos. Así viene a demostrarlo Yakiniku Rikyu, un restaurante especializado en cocina a la parrilla, donde se combinan a la perfección la gastronomía nipona con la coreana.

“Yakiniku” es un término japonés que significa “quemar carne, barbacoa que se hace uno mismo”, de ahí el nombre del local. Esta técnica, que consiste en que el propio comensal se cocina los alimentos en una parrilla, es original de Corea donde se utilizaba para asar diferentes cortes del cerdo y casquería. Sin embargo, fue perfeccionada en Japón por los hijos de los refugiados de la guerra de Corea que también empezaron a introducir otras carnes como el Wagyu, acompañadas de otras recetas típicas de su país de origen como kimchis y namur. “Rikyu”, por su parte, hace alusión al nombre del palacio de verano del emperador de Japón, en donde, decía, se sentía y comía como en casa.

La especialidad de Yakiniku Rikyu es, por tanto, la carne a la parrilla, de eso no cabe duda, pues cada una de las mesas que se extienden a lo largo del restaurante incorpora un asador para que sean los propios comensales los que cocinen cada corte de carne y elijan los acompañamientos; eso sí, contarán en todo momento con la ayuda del equipo de sala que les indicará la elaboración adecuada y el punto exacto para cada pieza. Los yakiniku han sido traídos directamente desde Japón y cuentan con su respectivo extractor de humos para que no se inunde de humo el espacio ni se mezclen olores.

Y si hay un ingrediente estrella en Yakiniku Rikyu ese es la carne de wagyu, traída desde el mismísimo Japón y que se caracteriza por su fuerte color rojo y marmoleado. De esta se sirven diferentes cortes nobles como el costillar, lomo bajo, lomo alto o solomillo. No es la única, también hay vaca rubia gallega, de la que podemos tomar el lomo y otras piezas más desconocidas como hígado, corazón o la lengua en adobo de sal. Más un surtido de mariscos con vieira, navaja, calamar de potera y carabinero que los madrileños vamos a poder degustar gracias a esta técnica con un sabor muy diferente al acostumbrado.

En la carta hay otras muchas otras creaciones que fusionan tradición y modernidad. Desde fideos y arroces, como el Ishiyaki Bibimbap, un arroz a la piedra con verduras y steak tartar, a sopas de inspiración coreana, como la Yukke Jhang, una sopa de miso rojo coreano picante. Importante destacar que aquí todos los platos se sirven a la vez, para que los sabores, texturas y matices orientales se mezclen en el paladar.

Como venimos señalando hasta ahora, en este establecimiento reina la paz y el equilibrio tanto en la cocina como en el interiorismo. Este último, marcado por el contraste entre luces y sombras y la combinación de madera y acero inoxidable, que dotan al espacio de un envolvente aire vanguardista.

Precio medio: 55-70€ // Dirección: Paseo de la Castellana, 15 //  <M> Serrano // Horario: L-S de 13 a 15:45h y domingos de 13 a 16h // Teléfono: 910 00 77 67 // Descubre toda la información en su página web.