Cuando llegaron a nosotros los primeros restaurantes de comida china, llegaron con el arroz, los rollitos y un par de carnes más dulzonas de la cuenta. Cuando llegó la japonesa, se redujo al sushi; cuando lo hizo la tailandesa se limitó al curry… Y así con gran parte de Asia. Nosotros tan reduccionistas y ellos tan ricos en nuevos sabores. Por eso, al ramen le costó traspasar fronteras, unos fideos con caldo y carne no parecían gran cosa hasta que alguien empezó a ponerlos de moda y de pronto comíamos más ramen que sopa castellana. A estas alturas, al plato ya le tocaba una vuelta de tuerca, divertirse con nuevos sabores. Y Yong Ping Zhang, más conocido como Julio en España, sabe jugar muy bien a ese juego en Lamian by Soy Kitchen, su pequeño oasis asiático de la Plaza de los Mostenses.
Precisamente de juegos va la cosa, porque uno de los platos estrella de su restaurante callejero es el ‘Juego de sabores en la mesa’. Se trata de un ramen que, como primera novedad, no incorpora caldo y se come en frío. Está hecho a base de lames (fideos chinos) caseros de boniato con bambú, kimchi, soja, jengibre, vino, té verde y solomillo ahumado de añojo. Ingredientes que llegan en una bandeja en sus respectivos recipientes para ser mezclados en mesa como parte del ritual. En boca, un plato fresco con una mezcla de texturas y sabores singular: la suavidad de los lames, el crujiente del bambú y el kimchi, el dulzor de la soja, el ligero picor del jengibre, el toque ahumado del solomillo y un aderezo que se sale de lo común, como el plato al completo.
Una mezcla que parece imposible, fruto del inmenso registro de sabores del mundo que tiene Julio, que aprueba y con nota. Una estrella en su carta, quizá por eso le puso el mismo nombre a su restaurante. Por eso y porque la tierra tira y las raíces de Julio siguen arraigadas a su China natal.
Precio: 14,95€.