Sitios donde pegarse una buena comilona hay muchos. Pero con los platos, la cercanía y el buen trato de Rogelio Barahona, más bien pocos. Urkiola Mendi es un restaurante vasco atípico, no tanto por su cocina, rendida al recetario más tradicional, sino por su aspecto. Un pequeño local en la zona de Ríos Rosas, en el que no caben más de 20 comensales, abierto de pleno a la calle Cristóbal Bordiu.

Barahona ha decidido continuar con la cocina vizcaína que le dio a conocer, pero adaptándose a un lugar de reducidas dimensiones, donde se puede controlar de una manera mucho más personal todo el proceso. De esta manera, encontramos aquellas elaboraciones clásicas que tanto dieron que hablar en sus diferentes sedes, ya fuera la de Arturo Soria o la de Prosperidad: espárragos navarros al estilo Tudela, pimientos de Gernika fritos, bonito del norte con cebolla confitada, txipirones en su tinta con migas de txistorra. Además, el nuevo vecino, conocido por el excelente trato al producto, ha hecho especial buen uso de los proveedores que el mercado de Chamberí, a escasos metros, le suministra. De allí obtiene carnes, pescados, verduras y aves. Estas últimas directamente de la tienda del popular Higinio, quien también se ha mudado al barrio con sus reconocidas piezas.

La carta de Urkiola Mendi, por lo tanto, es una muestra perfecta de todo aquello que se puede encontrar de temporada. En ese aspecto, Barahona ha querido ir un paso más allá y ha decidido que el menú no tuviera un formato físico, sino que cualquiera con un simple vistazo a su web o a las tablets que proporcionan en el restaurante, pudiera ver los cambios que había sufrido de un día para otro. Así cuentan con una carta viva, donde está el mejor pescado, la mejor carne o las mejores setas.

Fiel reflejo de la cocina de su tierra es la ensalada tibia de verduritas y almejas –controlando los periodos de cocción, muy cortos para que las judías restallen en la boca–, el bacalao club ranero –una receta que utiliza dos de las preparaciones más conocidas de nuestra gastronomía, el pil-pil y el pisto–, los boletus del puerto de Navafría, en la sierra de Guadarrama –pasados a la plancha, bien tostados– o la carrillera de ternera estofada –un plato que se puede encontrar en otros lugares, pero que aquí gana en melosidad y sabor–.

Y para terminar, no podía faltar un surtido de postres digno del lugar. Apostando por la repostería del norte de España, que elaboran ellos mismos: trufas de chocolate, canutillos de Bilbao, tejas de almendra y goxua, un dulce típico de Vitoria elaborado con galleta, caramelo y crema pastelera. Verdaderos manjares que se acompañan de una pequeña, pero muy cuidada bodega. Donde todos los vinos se pueden disfrutar por copas, incluyendo las botellas magnum. La música y la atención en la mesa corren a cargo de su socio José Manuel Torrego, batería de jazz y gran conversador, muy necesario si la velada se alarga.

Fotos: Juan David Fuertes.

[tabby title=»Precios»]
Precio medio entre 35€ y 45€
[tabby title=»Horario»]
Abierto de lunes a sábado de 13h a 16h, de jueves a sábado de 13h a 16h y de 20h a 01h
[tabby title=»Teléfono»]
917 55 57 62
[tabby title=»Dirección»]
Cristóbal Bordiu, 52
[tabby title=»Metro»]
Ríos Rosas
[tabby title=»Online»]
Web
[tabbyending]