Lo han vuelto a hacer. El grupo Larrumba -creadores de los restaurantes Pipa&Co, Marieta, Juanita Cruz y Frida- han tenido un nuevo retoño y su nombre es Perrachica. Uno de esos espacios que entra primero por la vista y, a continuación, conquista por el estómago.

Situado en lo que fuera la sede de una antigua oficina bancaria -de ahí el nombre de Perrachica, en homenaje a aquellas monedas de cinco céntimos que nuestras abuelas utilizaban para comprar los bienes más básicos-, este amplio espacio gastronómico ha sufrido una reforma ejemplar. De aquellas que se deben aplaudir y que sitúan a Madrid en otra liga, la de las ciudades con lugares de los que sentirse orgulloso.

La terraza cubierta, que da a la calle Eloy Gonzalo, ya adelanta lo que encontraremos en su interior, un espacio diáfano espectacular donde el uso de la luz y el mobiliario son las claves de su éxito. La cafetería se ubica en la parte de la entrada, mientras que su interior se divide en diferentes zonas ocupadas por mesas, sillas, sillones y taburetes de lo más dispares. Todo ello decorado con plantas tropicales, maderas, mimbres y estampados varios que hacen que nos encontremos como en un salón neocolonial francés y que contrasta con un techo descubierto y unos ingeniosos andamios. En definitiva, un efecto fantástico.

¿Y qué ocurre con la comida? La selección es amplia, para que si se va en grupo o se tienen ganas de probar muchas cosas, no haya ningún problema. Los entrantes “para compartir & no discutir”, como acertadamente apuntan, tienen desde una ensaladilla rusa a un tiradito de vieiras y lubina, pasando por las ya omnipresentes gyozas rellenas de carne y verduras, o las croquetas de rabo de toro y chipirones, de esas con poco rebozado y cremosidad a rabiar.

La carta se completa con ensaladas y cremas -donde destaca un tomate de la huerta relleno de mousse de burratina y pesto-, pastas y arroces -con un falso risotto de rabo de toro y parmesano-, pescados -a destacar la lubina al pibil- y un repertorio de carnes que combina sabores de otras latitudes y cocina de producto -en modo kebab, steak tartar o en formato tacos-. Dentro de los postres encontramos clásicos del grupo Larrumba, como su tarta de galletas María y Lacasitos (con el chocolate aún cremoso) o su original versión de la crema de las galletas Oreo, realizada con queso mascarpone y servida en vaso de yogurt.

El conjunto de vinos nacionales abarca todo tipo de regiones, con Riojas y Riberas a la cabeza, donde abundan las nuevas etiquetas y los nombres peculiares. La oferta a la hora del cóctel también es digna de elogio. De ella se encarga el bartender Francisco Camino, que antes pasó por la Vermutería de Sergi Arola. Tragos largos con especial querencia por aquellos de ascendencia tropical: daiquiris, margaritas, mojitos, caipirinhas, fizzies, sours…

El horario del local, abierto durante todo el día, permite disfrutar del desayuno, la comida, la merienda, la cena y la última copa con total tranquilidad. La luz, el ambiente, la selección musical y la compañía, por supuesto, hacen el resto. Habrá que estar muy atentos al siguiente paso de Larrumba, porque seguro que no dejará indiferente a nadie.

Fotos: Álvaro de la Fuente.

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31€ de media
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De lunes a viernes de 09h a 02:30h. Sábados y domingos de 11h a 02:30h
[tabby title=»Teléfono»]
91 737 77 75
[tabby title=»Dirección»]
Eloy Gonzalo, 10
[tabby title=»Metro»]
Quevedo
[tabby title=»Online»]
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