En 2011 un grupo de jóvenes emprendedores con muchas ganas de revolucionar la cerveza de calidad fundó Cervezas La Virgen. Con un marcado carácter local, ingredientes naturales, sin filtrar y sin pasteurizar, su oro líquido logró conquistar muy pronto el corazón de los madrileños. Hoy, la revolución continúa con la puesta en pie de sus propios tap rooms en los barrios de Malasaña, Lavapiés, Chamberí y, ahora también, Ponzano. Unos locales en los que poder degustar sus variedades clásicas y otras cervezas estacionales o de edición limitada, acompañadas de diferentes ofertas gastronómicas que varían según el local. Además, cada espacio cuenta con una estética definida y una personalidad propia, que responde al ambiente y vecinos de cada barrio.
La última de las incorporaciones a esta colección de tap room es el de Ponzano, en La Charcutería de la Virgen (Ponzano, 64 <M> Ríos Rosas). En una de las zonas de tapeo más de moda de la capital, abre sus puertas este nuevo local de Cervezas La Virgen en el que la barra es la propia de una charcutería y la cerveza se toma con embutidos y quesos, cortados al momento. Un nuevo local que hará las delicias de los más castizos, ya que tiene ese carácter madrileño desde su fachada roja hasta los detalles que podemos descubrir en el interior. Además, al igual que sus antecesores, cuenta con un grifo solidario que destinará parte de su recaudación a fines sociales para impulsar el barrio y mejorar la vida de sus habitantes.
Otro de estos tap rooms se ubica en Malasaña, en el espacio que antes ocupaba el mítico El Chorrillo. Allí está El Callejón de La Virgen (calle Acuerdo, 3 <M> Noviciado), en un espacio de estética industrial donde predomina el hormigón -un evidente guiño a la primera fábrica de La Virgen- donde se animan a maridar sus cervezas con distintas brochetas (pollo de corral, setas, panceta vietnamita, etc). En su segundo bar en Lavapies, La Fuente de La Virgen (calle Sombrerería, 3 <M> Lavapiés), el embutido es la pareja estrella de su cerveza artesana. El bar se llama así por una antigua fuente que alberga el local en su interior, un espacio donde impera el blanco, salvo algunas pinceladas en color rojo en los azulejos, taburetes y tuberías.
El tercer tap room de la cervecera madrileña se encuentra en Chamberí y se llama El Mural de La Virgen (calle Cardenal Cisneros, 21 <M> Bilbao). Con una estética urbana y sus paredes llenas de graffitis, ha llegado a esta castiza calle para conquistar a los madrileños con los perritos calientes que ha hecho célebres su brewpub en Las Rozas.
Y es que estos chicos se han propuesto seguir expandiendo la cultura cervecera con un producto puro y auténtico, apostando por los bares de barrio y cervezas de calidad. No hay más que acercarse a cualquiera de estos espacios para comprobar que lo están logrando y eso que, como avisan, esto es solo el comienzo.