Castizo, cosmopolita, nostálgico y futurista. Así es el Madrid del siglo XXI y así es Gran Clavel (Gran Vía, 11), el nuevo espacio gastronómico de la Gran Vía que lo tiene todo: Casa de Comidas, Vermutería y Bar de Vinos. La batuta en la cocina de las tres ofertas la lleva Rafa Cordón, jefe de cocina del Hotel Iberostar Las Letras Gran Vía que se ha puesto como objetivo materializar lo madrileño en platos, aperitivos y bebidas para reivindicar así la identidad gastronómica de la ciudad.
Gran Clavel es una Casa de Comidas a la vieja usanza, con los platos de siempre (tortilla de ajetes, chuletitas de cordero, cocido…), todo en versión siglo XXI. Recetas tan nuestras y tan apetecibles como las pavías de bacalao, la crema castellana, las cocochas de bacalao en salsa verde o el guiso de rabo de toro. Las especialidades de la casa son tan castizas como atemporales – ¿quién puede renunciar a besugo a la madrileña y los callos con garbanzos?-. Y ojo a sus postres caseros, como la cuajada con miel, las fresas con nata o la mousse de chocolate con barquillo.
Gran Clavel es también una Vermutería, como las de siempre. Con su barra, sus tapas, sus raciones y sus vermuts llegados de todas partes. ¿Cómo las de siempre? Sí, aunque revisitada. Así que también podrás encontrar una selección de cervezas artesanas de Madrid, zumos ecológicos y vinos de la tierra. Por su parte, el tapeo es sencillo pero de calidad. En su carta, los mejores quesos y embutidos del puesto de Octavio del Mercado de San Antón, un elenco de grandes latas –mejillones, sardinas, berberechos-, montaditos y las raciones más madrileñas: ensaladilla rusa, croquetas, callos, albóndigas de ternera o tortilla de patatas. Y si dejas sitio para el postre, podrás revivir viejos tiempos con su bocadillo de Nocilla; imposible resistirse. Este espacio, que abre a las 8 de la mañana, ofrece desayunos, bollería y tostadas. Puro Madrid.
Y por último, entre la Vermutería y la Casa de Comidas, se encuentra el Bar de Vinos de Gran Clavel. Tanto en su barra como en las mesas se pueden pedir los Clásicos de Taberna –nuevamente actualizados- como una ensaladilla rusa con lascas de pulpo o unas patatas bravas con salsa de chipotle. En su carta, opciones tanto para carnívoros –macarrones al horno con chorizo o ramen de cocido y sus viandas- como para los amantes de los vegetales –salteado de setas o gran coliflor asada-. Y por supuesto, también hay muy buen producto del mar. Porque los que dicen que Madrid es el mejor puerto de España, no se equivocan. En esta sección destacan su cazuela de mejillones, los langostinos al pil pil, o el saam de boquerones con mayonesa de kimchi. Y de postre, dos tartas –de queso y chocolate- y un clásico de nuestra infancia, el helado de corte. Una comida que podrás acompañar con el mejor vino por copas, con gran protagonismo del de Madrid y el de La Mancha. La carta por botellas tampoco defrauda –es la misma que se ofrece en la Casa de Comidas- con propuestas novedosas, bodegas míticas y productores clásicos. En total, unas 70 referencias que irán cambiando permanentemente y en la que tampoco faltan las burbujas y los vinos dulces.
Nos encontramos, sin lugar a dudas, con un inmejorable escaparate para dar a conocer a los madrileños y los -cada vez más numerosos- visitantes que recibe la capital- lo mejor de la gastronomía madrileña y sus productos.