Fotos: Carlos León.
Salón des Fleurs es una floristería de Chamberí con grandes ventanales que miran a la calle Guzmán el Bueno. Pero si llama la atención, no es sólo por eso, sino porque en su interior guarda con mucho gusto un salón de té muy British y una tienda de objetos y decoración de aire vintage. Tres negocios de sobra conocidos por todos –más en pleno revival de lo antiguo y de la estética retro–, pero que curiosamente no tienen nada que ver con todo lo visto hasta ahora.
El local tiene aspecto de saloncito abigarrado pero preciosista, de cuento, como construido dentro de un invernadero y con tantos detalles que es difícil percibirlos todos de un solo vistazo; mejor en dos o incluso tres. Y lo de echar un vistazo no es ninguna broma, sino que es la mejor manera de situarse para decidir en qué rincón sentarse a tomar una infusión o alguna de las más de 20 propuestas de tés selectos de la carta, además de cafés, zumos y chocolates. Entre todos, destaca un té verde de champagne con fresas, sutil y delicado, o la infusión de arándano y yogur. Para acompañar, cookies, cakes caseras (Red Velvet, de cerveza negra, de queso, carrot cake, tres chocolates o de violetas) o, por qué no, incluso de tradicionales barquillos. Por cierto, el local es tan pequeño, que quien no quiera quedarse sin sitio, debe llamar para reservar, ya sea para celebrar un evento especial para un grupo reducido de invitados (babyshower, pedida de mano, presentación de producto) o solo para tomar una infusión.
Lo curioso es que el salón de té ocupa solo una de las tres plantas que lo conforman, porque tiene una altura destinada para cada negocio. Para encontrar objetos de decoración, complementos y cientos de piezas de estética vintage, es preciso echar la vista hacia arriba. Ahí se encuentra el espacio dedicado a la tienda, compuesta de estanterías dispuestas a modo de terraza, a la que solo se accede por una escalera de caracol con vistas al resto del local.
Y abajo del todo, escondido en el sótano, el taller de flores, un obrador artesanal del que diariamente salen piezas –la mayoría por encargo– hechas a partir de orquídeas, cactus, ramilletes de lavanda, limónium o plantas aromáticas. Solo hay que mirar a los peldaños de la escalera, repletos de propuestas de flores frescas, secas y preservadas, para hacerse una idea del estilo de sus creaciones.
Que un lugar como este exista hay que agradecérselo a dos personas: a la empresaria Curra y al floristero Pablo Zarzalejos, el inquilino de la planta sótano y el artífice de las creaciones florales. De todas, las más originales son los ‘combos‘, o lo que es lo mismo, composiciones para regalar presentadas en una caja o cesta vintage, y que se pueden rellenar con todo aquello que cada uno quiera y que se ajuste a su presupuesto: plantas, tés, tazas, piezas de decoración, complementos artesanales… En cualquier caso, y sea cual sea el coste, el resultado final será una creación única y de auténtico estilo vintage, tal y como dice su lema: ‘Salon des fleurs, vintage living’, un lugar en el que se fusionan lo bonito de lo antiguo y lo más original de lo moderno.
Precios: Tés e infusiones 2,60 – 3€. Cakes 2€. Combos de regalo desde 20€
Horario: De lunes a viernes 10 a 20h. Sábados y domingos 10 a 14h
Teléfono:915 35 23 48
Dirección: Guzmán el Bueno, 106
Metro: Guzmán el Bueno
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