Arnaud Keres y Clément de La Jonquière son los dueños de Lobsterie, un bar con formato estadounidense especializado en recetas elaboradas con bogavante. Están en el barrio de Chueca y con su fórmula pretenden provocar a los paladares más inquietos, ya que cocinan el crustáceo de muchas maneras pero ninguna de ellas con arroz, como podría imaginarse. Así que si estás cansado del clásico plato de arroz con bogavante (si es que te ha dado un aire y eso pueda ocurrir) o te apetece probarlo en un formato más informal y callejero, esta es la dirección que buscabas.
Además de utilizarlo en las croquetas y en el bocadillo o Lobster roll, la estrella absoluta de la casa es el Bogavante asado. La pieza azul viene diariamente de Galicia y nunca pesa menos de medio kilo. Lo hacen al estilo norteamericano, es decir, a la plancha y con mantequilla. Para ello utilizan una sartén normal y tras calentar una cucharada sopera de mantequilla, colocan la pieza de bogavante partida en dos y según va cogiendo los jugos y asándose, le van añadiendo más mantequilla. Así constantemente, hasta que el producto quede en su punto justo de cocción.
Y como lo que quieren es romper esquemas, la guarnición mantiene la misma línea. Patatas fritas y ensalada de col. Si te gusta, bien y si no, debería, porque están riquísimas. Para las primeras utilizan una raza de patata belga; las cortan con su piel y primero las confitan a 130°, para después darle un golpe de calor a 180°. La ensalada la hacen con col blanca, zanahoria y cebolleta, y la aliñan con una mayonesa de mostaza antigua, soja, vinagre de Jerez, limón y especias. En definitiva, una forma diferente de comer bogavante que convencerá a más de uno, y de dos, y de tres…