El caviar es uno de los productos más exclusivos del mundo gastro, y uno de los más valorados. Y ahora, este producto se reinventa para convertirse en una mantequilla suave y untuosa capaz de conquistar a los comensales más exigentes.

París 1925 se fabrica de manera sostenible, con más de un 30% de huevas de la especie esturión Beluga y mantequilla sin pasteurizar. De esta manera se busca la elegancia de las firmas francesas, con una fina textura láctea y un sutil toque salino y almendrado propio del caviar.

Este ‘oro negro’ resulta suave, cremoso y delicado en boca. Se trata de una mantequilla con un final que recuerda a las nueces de macadamia, almendras crudas y avellanas tostadas. Las características de este exclusivo producto lo hacen perfecto para tomarlo como aperitivo (untado en pan tostado, por ejemplo) o como acompañamiento de opciones más arriesgadas, como la panceta ibérica. Además, esta mantequilla marida a la perfección con cualquier pescado y vinos finos y blancos.

La variedad de caviar Beluga es la más cotizada por su aroma, sabor y textura únicos. Se trata de una especie robusta, salvaje y que puede llegar a medir 4 metros de longitud. La textura y tamaño de sus perlas hacen que esta especie sea la perfecta para elaboración de la mantequilla París 1925.

Para más información, visita la página web de París 1925.