Es el ingrediente más amado del supermercado, protagonista de películas de lista y buen consuelo para corazones rotos. El chocolate es el tesoro gastronómico de los golosos y, si lo maridamos con vino, puede ser uno de los mejores manjares. En Chocolates Brix son conscientes del disfrute de alargar nuestra copa de tinto hasta el postre, y para ello han creado la primera marca de chocolates premium para maridar con vino.
Todos sus chocolates están fabricados a partir de cacao de Ghana, donde podemos elegir entre cuatro variedades de chocolate que se adapten a la heterogeneidad y matices de los vinos. Milk, es el más suave de todos, con un 46% de cacao, con leche, combina a la perfección con rosados dulces o rosados. Smooth Dark sube el nivel de cacao a un 54% de pureza, y marida mejor con espumosos, mientras que Medium Dark, el siguiente escalón ( 60%) es especial para la uvas tempranillo o garnacha. Por último, su chocolate más amargo, Extra Dark, al que le van bien los tintos maduros de variedades como burdeos, malbec o la fruta roja madura del syrah,
Cuanto más cacao, más cuerpo ha de tener el vino; y viceversa. Aunque desde Brix recuerdan que la única regla real del maridaje es que no hay reglas, y el único secreto es experimentar. Atreverse, no juzgar y buscar la armonía en paladar.
Para conocer más sobre su historia o variedades, consulta su web. A la venta en Lavinia.