El que fuera director durante años de los locales de los grupos Tragaluz (Bar Tomate y Luzi Bombón) y En compañía de lobos (Ana la Santa y Bosco de Lobos), Senén Alcalde, se ha embarcado en una aventura gastronómica en solitario. Y para ello ha elegido un formato de éxito, una taberna como las de antes, de esas de toda la vida, pero en versión actual. Se llama Ciro, y es la última apertura de Chamberí (Fernando El Santo, 4 <M> Alonso Martínez).
Ciro es un homenaje a su abuelo viticultor, un hombre apasionado que vendía vino a granel en la Ribera del Duero. Por eso mismo, el vino es un protagonista en esta neotaberna, con más de 25 referencias para beber por copas, por botella o para llevar, procedentes de producciones limitadas y de proyectos familiares. Y la carta también es todo un homenaje, pero en este caso al producto, fresco, de temporada y hecho al momento, donde las estrellas son los encurtidos caseros y las verduras navarras -piparras, ajetes, espárragos trigueros, borraja, cardo, pimiento dulce y tomate-. Comparten carta con conservas, ahumados, pescados del día y platos tradicionales, como albóndigas, carrillleras y mini hamburguesas.
El espacio se divide en varias zonas: barra, contrabarra y mesas para dos, de cuyo diseño e interiorismo se ha ocupado el estudio de moda entre los restaurantes de la capital, Madrid in love. Distintos tipos de azulejos, materiales como cobre y mármol, y piezas de anticuario conforman la estética de esta taberna contemporánea que se suma a la oferta gastronómica del concurrido barrio de Chamberí.