Si hay algo que caracteriza a Adriana Restano es la sonrisa permanente que esboza su rostro. Acompañada de un brillo en los ojos que no expresa otra cosa más que felicidad y pasión por lo que hace. No podía ser de otra forma. Su restaurante, Nina Pasta Bar, el sueño que lleva ideando desde pequeña es una realidad ,y va como un tiro. La acogida del público ha superado con creces las expectativas de esta parmesana que se declara una fanática de la pasta italiana, cuyas recetas ha aprendido a dominar y hacer propias gracias a las enseñanzas que desde pequeña su familia le fue transmitiendo.
Nos acercamos a La Latina para conocer mejor a esta emprendedora que confiesa sentir amor incondicional por Madrid, ciudad que le fascinó desde el primer día que la visitó. Mientras tomamos unos vinos de su tierra acompañados de unos gnoccis bravos, su particular versión de las bravas con las que rinde homenaje a la ciudad que tan bien la acogió hace ya dos décadas.
¿Cuál fue el motivo que te trajo a Madrid?
Vine a Madrid con una beca después de la universidad para quedarme solo 4 meses, aprender español y trabajar en una empresa relacionada con mis estudios. Dieciséis años después sigo aquí. Enamorada de Madrid como entonces.
Después de trabajar en diferentes empresas relacionadas con la hostelería, ¿qué te llevó a montar tu propio restaurante?
La idea de montar mi propio restaurante ha estado allí siempre, desde pequeña. Creo recordar que ya a los 16, fantaseaba con mi propio restaurante, donde yo me ocupaba de la cocina, de la sala y del entretenimiento. Hoy cuento con el mejor equipo que hace que todo esto sea posible.
¿Por qué te elegiste el barrio de La Latina?
El Barrio de la Latina siempre ha sido mi favorito. Siempre he vivido en la zona y aquí me siento como en un pequeño pueblo. La gente del barrio es maravillosa y mis vecinos y compañer@s comerciantes son de lo mejor que hay.
Un sabor/plato que te recuerde a tu infancia
El primer plato que cociné con mi abuela Nina. Un plato muy sencillo de preparar pero a la par muy sabroso. Una salsa que sabe a verano. Pasta con salsa pomodoro: tomatitos del Vesuvio y albahaca fresca. En Nina seguimos preparándolo igual pero añadimos queso Burrata, y lo llamamos “La FRESCA”.
Un ingrediente que no falta nunca en tu cocina. Y otro del que rehúyas
La pasta siempre está en mi cocina. Pasta de trigo duro o al huevo, fresca o seca. En varios formatos, cada una para su salsa perfecta. (Sí, soy una freak de la pasta al 100%).
Rehúyo de la nata. Contrariamente a lo que se piensa, la nata no es tan parte de la cocina italiana porque enmascara los sabores y confunde las preparaciones.
Tu plato tradicional favorito es…
Los “Cappelletti in Brodo” que prepara en Navidad mi abuela María. Se trata de un tipo de tortellini rellenos de carne hechos a mano y cocinados en un caldo de cocido italiano. Me transporta a la niñez y al calor familiar.
Fuera de nuestras fronteras, ¿qué cocina internacional te despierta mayor interés o admiración?
La cocina Thailandesa. Me fascina. Un Street food simple, fresco y sabroso. Especialmente las sopas y el pad thai.
¿Algún restaurante en otro país que estás deseando conocer o volver a visitar?
La Trattoria Francescana en Modena. Nunca he estado y me da curiosidad porque mezcla la cocina tradicional de mi región con la cocina de vanguardia.
Una tendencia gastro a la que no estás dispuesto a sumarte….
Soy una persona que ama la sencillez y la tradición. No me emocionan las preparaciones excesivamente elaboradas.
Cuando no estás trabajando, ¿eres tú el/la que suele cocinar en casa?
Realmente amo cocinar. Para cuantas más personas mejor. Pero es cierto que cuando estoy de descanso me gusta ir a restaurantes a probar novedades e investigar.
¿Tipo de música que suele acompañarte en la cocina?
Bossa Nova sin duda. También música classica napoletana que me recuerda mis raíces debido a que, en la familia de mi padre, hay músicos desde hace cinco generaciones.
Una canción con la que identificarías tu cocina
‘Mambo Italiano’ de Renato Carosone.
¿Prefieres el cine en sala o en casa?
En casa. Relax y comodidad.
¿Género cinematográfico favorito?
Comedias. Si veo una película quiero pasar un buen rato y desconectar.
Una película que no te canses de ver
‘Ratatuille’
Sobre la mesa, ¿prefieres vino a cerveza?
La verdad que vino aunque cuando se trata de picar algo prefiero cerveza.
Y copa en mano, la mejor ciudad para tapear en España es…
Sevilla y Donosti. Se trata de dos tipos de tapeo completamente diferentes pero con un ambiente y un producto buenísimo.
Colelgas de profesión a los que admires…
Me encanta la cocina y el concepto que trabajan mis compañer@s de El Brote, Bipolar y La Taberna Errante. Buen producto, sencillez y cercanía.
¿Qué estás leyendo ahora?
“El Fin del Mundo Tal y Como lo Conocemos”, de la autora Marta García Aller. Una mirada al futuro desde un punto de vista totalmente inesperado.
Título de algún libro que recomiendes a un foodie
‘Confesiones de un Chef’ de Anthony Burdain. Un must para tod@ cociner@. Me lo regaló un gran amigo en mis inicios y me marcó.
Una tienda gourmet en Madrid que no se puede perder un aficionado al buen comer
Quesería Cultivo. La meca de todos los amantes del queso artesano. Y para todo lo demás siempre el mercado del barrio, buen producto, fresco y fomentando el comercio local.
¿Con qué personaje célebre (vivo o muerto) te gustaría compartir mesa y mantel?
Cleopatra. Desde muy pequeña tenía muchísima curiosidad y me encantaría compartir mesa con ella. Si además estuviéramos en su época sería mucho mejor para descubrir sabores nuevos.
Llegamos al postre, ¿algo dulce o pides directamente café?
Si se trata de pera con Parmigiano Reggiano y vinagre balsámico no puedo decir que no. Un postre sencillo y perfecto para acabar una buena comida.
Un cóctel al que nunca dices que no
Un Espresso Martini y un buen Spritz.