Cuando creíamos que lo habíamos visto todo en lo referente a cervezas, (desde espesas creaciones elaboradas con whisky y chocolate hasta otras preparadas con agua procedente del Polo Ártico), llega BrewDog para seguir sorprendiéndonos. Y, cómo no, hacer las delicias de los paladares más cerveceros.
Esta marca escocesa nace del espíritu inconformista de un grupo de jóvenes beer-lovers cansados de las cervezas industriales producidas en masa. Así crearon BrewDog, que se ha consolidado como cerveza artesana caracterizada por su estilo transgresor y amplia variedad de producto.
Una de sus imprescindibles es Punk IPA, una cerveza de aroma a frutas tropicales, ligeros matices a caramelo y un final amargo. Y si por algo destacan las creaciones de la marca, es por sus originales nombres: Dead Pony Club, por ejemplo, es una Session ligera, aromática y sabrosa que incluye ralladura de lima y citronela.
Además, la originalidad no sólo se queda en el nombre, desde BrewDog también se atreven a añadir ingredientes inesperados, como el zumo de pomelo en el caso de su Elvis Juice. Y en su Clockwork Tangerine, el ingrediente estrella es la mandarina.
Si quieres saber más sobre esta cerveza tan canalla, visita la web de BrewDog.