No es algo nuevo que museos y restaurantes se asocien. Lo vemos continuamente en otros lugares del mundo, donde grandes instituciones como Guggenheim, Louvre o Tate cuentan con espacios gastronómicos innovadores. Lo que sí parece novedoso es que tomen nota de ello nuestros museos y comiencen a cuidar más su oferta gastronómica. Esto es precisamente lo que ocurre desde años en el Museo Reina Sofía. Por ello, con la llegada de la temporada de terrazas, Arzábal incorpora novedades. Además de su carta habitual, sus 700 m2 de terraza acogen desde el uno de julio dos de los grandes emblemas del verano: la parrilla al aire libre y la sangría.
El proyecto emprendido por los cocineros Iván Morales y Álvaro Castellanosse ha convertido, así, en uno de los imprescindibles de la capital y su terraza reinventa las más bulliciosas (y sabrosas) noches de verano en Madrid.
TÁNDEM VERANIEGO: PARRILLA Y SANGRÍA
Hace tiempo que tenemos algo claro: la Terraza de Arzábal es todo lo que necesitamos para ser algo más felices cada verano. Además de ese enclave top que es el Museo Reina Sofía, son otros muchos los motivos que nos atraen para sentarnos en sus mesas. Para los días de altas temperaturas, han pensado en unir algunas de las cosas que más nos gustan: la parrilla al aire libre, la sangría y música en directo. Ese es el espíritu arzabalero que propone una cocina que trabaja non stop para ofrecer un completo menú especialmente pensado para esta época del año.
El menú está pensado para un mínimo de dos personas y está compuesto por dos entrantes que son emblema de la casa: Ensaladilla Rusa y Croquetas de Ibérico con Leche de Oveja Latxa. A continuación, la parte fuerte de brasa llegará a la mesa con una Chuleta a la parrilla (1kg) que es todo un sueño para los más carnívoros. El punto dulce lo pondrá la Torrija Arzábal y, por supuesto, la Sangría, que será la protagonista líquida de la degustación. Los comensales podrán elegir si la prefieren blanca o tinta y, con esta redonda selección de platos, el precio del menú se ha fijado en 55 euros. Esta opción estival podrá disfrutarse de lunes a domingo en cualquier horario de comidas del restaurante.
Y para quienes quieran probar algún plato de parrilla fuera de este menú, también hay alternativas. Desde Arzábal nos proponen elegir una de sus recetas de carne o pescado a la brasa. Por ejemplo, ¿qué te parecería decidirte por su Chuleta de vaca rubia gallega? Es uno de los must de la terraza junto con el Calamar a la plancha, una de las estrellas del apartado de mar. Buenas materias primas que, gracias a la magia de la brasa, se disfrutan de lo lindo en cada bocado.
OTRAS OPCIONES
El resto de opciones de su carta van en consonancia con el concepto de taberna castiza renovada, en la que priman el género y el producto de temporada. Tras la entrada se llega a un comedor ligeramente elevado, que alberga, en su parte central, la zona de vinos, formada por mas de 300 referencias. En la parte gastro, algunos de los platos que les han encumbrado a los altares foodies: las Patatas a la importancia con Cigalitas, Ensaladilla rusa (solo en temporada de bonito), Huevos con trufa -uno de los platos más fotogénicos y ricos del local- o sus ya citadas Croquetas de ibérico. Una cocina de raíz con el producto por bandera, que es referencia indiscutible del tapeo madrileño y que hace las delicias de turistas y autóctonos.
Fotos: Carlos León.
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40€ de media
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Abierto todos los días de 9 a 02h, en horario ininterrumpido
[tabby title=»Teléfono»]
915 286 828
[tabby title=»Dirección»]
Santa Isabel, 52
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Atocha
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Web
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