Madrid ya tiene ‘dos cielos’. Y merece la pena ir hasta el barrio de Ópera, atravesar el imponente hall del Gran Meliá Palacio de los Duques, recorrer la zona lounge de su planta baja y cruzar el patio exterior –sin importar el tiempo que haga, pues aquí están bien equipados para responder ante cualquier imprevisto meteorológico– para llegar a tocarlo. Lejos de ser una metáfora bien traída, se trata de una realidad tan auténtica como que los televisivos hermanos Torres, Javier y Sergio, han traído hasta la ciudad la versión más desenfadada del restaurante gastronómico Dos Cielos que ya tienen en Barcelona, reconocido con una Estrella Michelin.

Fresco, divertido y menos clásico que su homónimo barcelonés; mesas desprovistas de finas mantelerías y paredes de genuino ladrillo visto que dan que pensar que este espacio, anteriormente, tuvo otra vida. Y efectivamente, porque basta con mirar al suelo para confirmarlo: unas losas translúcidas dejan ver el antiguo pavimento de las caballerizas del palacete sobre el que se levanta ahora este restaurante.

Y si la estética del local es desenfadada, su cocina lo es incluso más, muy alejada de lo que se podría esperar de un restaurante gourmet de esta categoría; está tan poco encorsetada, que aquí se puede (y se debe) comer algunos platos con las manos, como sucede con el mollete al vapor de rabo de toro. Pero que nadie se lleve a equívoco, porque aunque sea una cocina divertida y descarada, es, ante todo, alta cocina de excelente calidad. Sobresale el culto al producto, siempre fresquísimo y de excelente calidad en cada uno de sus platos, desde una sabrosa ensalada de colinabo con trufas, setas y tamarindos, a unos exquisitos guisantes lágrima de primera florada con jamón ibérico, dos de los platos estrella de su breve carta –no llega a la quincena de platos–, incluidos también en el menú degustación.

Todos son platos de temporada –la rotación de la carta es santo y seña de la casa– algunos nuevos y otros ya clásicos en la trayectoria de estos gemelos, como el canelón de la abuela Catalina, con trufa y queso parmesano. Todo un homenaje gastronómico a la tradición y a la familia que tiene su continuación en la planta superior del local, donde se encuentra un salón-comedor privado presidido por una mesa para 20 comensales y una alacena clásica recuperada. Para subir hasta él hay que acceder por unas escaleras con vistas a la distinguida cava de vinos del restaurante. Cerca de 200 referencias con sobresalientes D.O españolas, bodegas de pagos exclusivos –entre ellas algunas madrileñas–, caldos extranjeros y notables champagnes.

El desembarco de los gemelos Torres en Madrid está siendo tan aclamado, que es imprescindible reservar si uno no quiere quedarse con las ganas de subir al cielo (ahora sí, metafóricamente hablando).

Fotos: Paco Montanet.

Precio menú degustación: 75€ // Horario: De martes a sábado de 13:30 a 15:30h y de 20:30 a 23h. // Teléfono: 91 541 67 00 // Dirección: Cuesta de Santo Domingo, 5  // Metro: Ópera / Santo Domingo // Online: Web