De la faceta más gastronómica de Triciclo, y de la sencillez e informalidad por las que apuesta Tándem, surge ahora Market by Triciclo, una barra de degustación con terraza cubierta que se aleja del Barrio de las Letras –zona natural de la casa desde su nacimiento en 2013– para llevar hasta el centro financiero y de compras de lujo de la Castellana su cocina de autor.

Y lo ha hecho trasladando su espíritu viajero y de culto al producto hasta una de esas zonas de la ciudad en las que más gusta comer: el área Gourmet Experience del Corte Inglés. Desayunos potentes desde primera hora de la mañana, almuerzos con tapeo –tienen raciones y medias raciones en barra– y comidas degustación como plato fuerte para disfrutar cualquier día de la semana.

Como es habitual en estos espacios, la competencia es mucha, pero siendo honestos, pocas ofertas son tan gourmet como la de este Market, que presenta una carta breve, con alrededor de una veintena de platos, y otras sugerencias del chef que están fuera de carta, entre las que sobresale, como ya es habitual en la casa, el producto de temporada y la calidad excepcional con la que trabajan.

Además de los entrantes gourmet –cecina de León, ostras o láminas de vaca rubia gallega, entre otros–, han llevado hasta allí todo ‘el sabor de la brasa’ con propuestas elaboradas en su horno de carbón Josper: taco de bacalao asado, rodaballo salvaje o anticucho de pulpo con su mojo y sus patatas al fuego de intenso sabor ahumado. No se olvidan de las raíces, y por eso le hacen un guiño a la cocina de la que surge este Market en ‘el sabor de Triciclo’, o lo que es lo mismo, platos que ya son emblema en el restaurante original: ceviche de corvina salvaje estilo nikkei, alcachofas frescas enteras y crujientes, besugo a la madrileña o las verduras del tiempo con yema de huevo de corral.

Rescatan los bocadillos de autor que durante un tiempo estuvieron en la carta de Triciclo –en Tandem siguen vigentes–, con cuatro propuestas, entre ellas el americano de pastrami y pan de molde integral y artesano, y el mexicano, un mollete de cochinita pibil con guacamole casero y cebolla encurtida entre otros ingredientes. Una oferta más que apropiada, por tratarse de platos rápidos, cómodos y que, además, se pueden pedir para llevar y comer en la oficina.

Aunque lo ideal es poder sacar un ratito al mediodía y sentarse a comer con calma para degustar sus especialidades, ya sea en la zona de barra –en la que también cuentan con mesas para compartir– como en su terraza acristalada de la parte exterior. Porque la apuesta por este formato, no hay que olvidar que se encuentra dentro de un centro comercial, demuestra que comer a diario, ya sea al salir de la oficina, en una comida de negocios o en una jornada de compras, también puede ser toda una experiencia gastronómica.

Fotos: Alfonso Ondarroa.

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Precio medio: 40-45€
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De lunes a domingo de 10 a 22h (horario del centro comercial)
[tabby title=»Dirección»]
Raimundo Fernández Villaverde, 79
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Nuevos Ministerios
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Web
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