Si el brownie es un pastel de origen americano, no es de extrañar que el que dicen ser uno de los mejores de Madrid lo haga precisamente una repostera nacida en Wisconsin. Se llama Kay Hespen, y está revolucionando el castizo barrio de Chamberí con su acento imposible de disimular y su New York Deli Oliver Nicol’s (Santísima Trinidad, 6 <M> Iglesia), un delistore especializado en repostería yankee y pan artesano. Y aunque no lo parezca por su estética, su filosofía es la misma que la de los locales anglosajones de comida para llevar: abierto junto a una sinagoga judía, como manda la tradición en Nueva York.

Además de los vecinos del barrio, que están reforzando su nivel de inglés de manera totalmente gratuita, quien más tiene que agradecer a Kay su presencia en Madrid es precisamente el brownie, convertido ya en la estrella de la casa. Porque este pastel, tan mal tratado últimamente -muchos lo confunden con un bizcocho poco hecho, en el mejor de los casos-, aquí se hace como debe ser: con costra por fuera -textura que aporta el azúcar de la masa al hornearse-, muy fudge o cremoso por dentro y, por supuesto, acompañado de nueces.

Pero hay más porque, inspirándose en su tierra natal, Kay se atreve también con una versión de brownie con cheescake, el otro gran hit de su Deli, y de la repostería americana en general, representada en crumble de manzana, bizcocho de zanahoria, strawberry cheescake cookies y hasta pan. El suyo es hogaza de pan alemán artesano con el que hacen sándwiches para llevar. Porque también ofrecen bocados salados, muy solicitados al mediodía: desde bagels de salmón a platos del día elaborados por su pareja Juan, cocinero de profesión y más castizo que el barrio de Chamberí. Su apoyo ha sido fundamental ya que, aunque Kay siempre ha estado vinculada a la cocina y a los negocios hosteleros, esta es la primera vez que se mete en harina. Y por lo rápido que se ha corrido la voz, parece que no lo está haciendo nada mal.

Precio brownie: desde 2,50€ porción.