No es fácil imaginarse qué es lo que llevó al capitán de la marina mercante Carlos Ibarrondo a dejarlo todo para dedicarse al mundo del café. Quizá, su amor por el sabor de esta bebida. Sea como sea, gracias a eso nació una de las empresas tostadoras de café con más peso en País Vasco: Cafés La Brasileña.
Todo comenzó con una pequeña tiendecita en una de las calles principales de Vitoria, allá por 1928. Ahora, disponen de una amplia selección de cafés (de especialidad, solubles y en cápsulas) e incluso accesorios para prepararlo. Y no sólo eso: ahora La Brasileña también se ha pasado al té. Y es que los amantes de la teína disponen de variedades como el té negro con caramelo, té blanco al jengibre, té blanco Pai Mu Tan o Gunpowder orgánico (entre muchos otros).
Además, se vende en formatos aptos para todos los gustos: desde té a granel hasta en pirámides. Éstas permiten que el té conserve mejor su sabor y se fabrican con un material más natural e higiénico que las típicas bolsitas a las que estamos acostumbrados.
Para los más puristas y aquellos que quieren disfrutar del té de la forma más tradicional, La Brasileña también pone a la venta originales accesorios. Entre ellos destacan cuencos japoneses hechos a mano, vasos térmicos y sets de cata.
Para más información, visita la página web de Cafés La Brasileña.