La alta pastelería de inspiración francesa Fonty, reconocida por sus apreciadísimos croissants, semifríos y tartaletas de limón, ya no está sola en la familia, porque su dueña Marie Valdez acaba de inaugurar un nuevo espacio en la calle Juan Bravo, 41. Con un interiorismo similar, la diferencia más notable es que éste local surge como restaurante, con un concepto de cocina informal para comer casi a diario.

La carta se compone de recetas sencillas pero muy refinadas y de clara inspiración internacional, con especialidades como blinis de salmón ahumado y nata agria, o el ossobuco de ternera con polenta cremosa. Mientras que por la noche, se convierte en Fonty Bistró con una carta nocturna en la que destacan reediciones de platos llegados desde Perú y el sudeste asiático como el risotto nikkei o la causa acevichada, dos de sus platos estrella, además de baos, tiraditos y pisco sour, el principal reclamo en su Afterwork Nikkei.

Al igual que en su predecesor, lo que no falta en este nuevo Fonty es la cita con el brunch los sábados y domingos, con propuestas tan alabadas como sus huevos Benedictine o los crepes de pollo, champiñones y bechamel. La oferta se completa con una variada propuesta de vinos y cócteles, y su incontestable selección de repostería.