La familia Petit Appetit crece y crece en la ciudad, sumando nuevos locales en los que se respira esa esencia mediterránea y saludable, tanto en carta como en ambiente, seña de identidad de la casa. El último miembro en incorporarse se llama Merci (Conde de Xiquena, 3 <M> Chueca), un bistró en el barrio de Salesas que, para más datos, se levanta en el mismo espacio que antes ocupaba una carbonera del siglo XIX.
De esa época son la fachada, las columnas de hierro, los suelos de madera y sus grandes ventanales, arquitectura originaria que ahora son el escenario para disfrutar de una propuesta gastronómica basada en una cocina de temporada, elaborada a partir de ingredientes frescos y productos naturales del mar y la huerta. En su apuesta, destaca el lenguado menier, el tataki de atún, el tartar de salmón, los espárragos frescos templados, el steak tartar o la suprema de buey. Y en el apartado dulce, creaciones artesanas con acento francés elaboradas a diario en las cocinas del restaurante por Isabela Muro -master por la Escuela Ritz Escoffier de París-, como el ruso de café, la tartaleta de frutos rojos o el Tatin de manzana.
Merci es el más espacioso de todos los integrantes de esta familia afrancesada, dividido en dos espacios diferenciados: un salón principal para 60 comensales y una barra, con zona reservada para cócteles, en la que se ofrece una variada selección de combinados que se elaboran siguiendo la misma filosofía de temporada y frescura que con el resto de la carta. Si no, no sería de Petit Appetit.