De sabor suave y notas de miel y pasas. Así es Nomad Outland, el whisky que nace en las tierras altas escocesas y que viaja hasta Jerez para ser afinado en barricas de Fino, Oloroso y Pedro Ximénez.

Para elaborar esta bebida, se emplean hasta 30 variedades de whiskies y maltas de la región de Speyside que después pasan un mínimo de 12 meses en botas de Pedro Ximénez, en tierras jerezanas. Y es que el clima de esta zona favorece el envejecimiento de Nomad, gracias a los cambios de temperatura y vientos debidos a su proximidad a la costa.

Su aroma presenta notas de malta y madera, y su color topacio destaca por ser especialmente brillante. Además, su sabor en boca es suave y elegante, con ligeras notas de vainilla. Esto le convierte en el candidato perfecto para elaborar cócteles, consumir solo y no dejar a nadie indiferente.

Más información en la página web de Nomad Outland Whisky.