Sus corbatas y pañuelos, sus camisas con el logo de la calavera, sus slippers o las zapatillas de casa ‘más elegantes del mundo’ que la aristocracia europea sacó a la calle en alfombras rojas y eventos de todo tipo. Son los productos que definen a Scalpers, una marca creada en Sevilla en 2007 y que en 2015 ha marcado un nuevo hito en su historia, abriendo su flagship store en el barrio de Salamanca (Jorge Juan, 7 <M> Goya), una tienda que refleja en cada rincón el estilo de la marca. La madera de roble, el cuero, el metal o las alfombras de baldosa hidráulica son los elementos que definen el ambiente de esta tienda, que cuenta con 400 metros cuadrados divididos en dos plantas en la que muestran las nuevas colecciones de adulto, niños y complementos y que cuenta también con una sección de sastrería.
En la planta de arriba, encontramos sus pantalones, camisas, blazers y cardigans de look clásico pero con un toque irreverente, que es la seña de identidad de la marca de la calavera. Una imagen que, por cierto, se ha renovado en esta temporada. La marca de lujo asequible (sus prendas no superan los 500 euros) también tiene líneas de ropa más desenfadadas, como sus polos o sudaderas de sport, y complementos como tirantes o cascos de moto. Además, cuenta con una sección de ropa para niño, que sigue el mismo estilo extrovertido y desenfadado con un punto elegante que encontramos en las propuestas para hombre.
En la planta de abajo, se encuentra otra de las señas de identidad de las tiendas Scalpers, el servicio de tayloring o sastrería. Es la zona en la que, atendido por el equipo de sastrería de la tienda, el cliente puede personalizar cualquier traje, frac, esmoquin o chaqué, ajustando los detalles de cada diseño, o bien diseñarlo desde cero, de manera artesanal, a la medida de cada cuerpo.
La tienda madrileña, situada en plena milla de oro de las compras en el barrio de Salamanca, es el buque insignia de una red de casi cinco puntos de venta entre España y Latinoamérica. La marca del dandy moderno español, prepara, además el desembarco en otras capitales europeas.