Desde su nacimiento a principios de esta década, la apuesta de Meeating ha sido inequívoca: hacer del producto el auténtico protagonista del restaurante. A pesar de su inmejorable ubicación, a espaldas de la Puerta de Alcalá, de la singularidad del espacio, una antigua cochera para para carruajes, y de su elegante diseño interior, aquí de lo que se hace gala es la excepcionalidad de las materias primas con la que trabajan, todas con nombre, apellidos y denominación de origen. De ahí, la buena reputación de esta sala entre los aficionados al buen comer, especialmente entre aquellos que disfrutan haciéndolo en un espacio de ambiente relajado y con clase.
Sin embargo, como todo restaurante con intención de perdurabilidad, el paso del tiempo –especialmente en una ciudad como Madrid, siempre en evolución– obliga a renovarse periódicamente, a adaptarse a las nuevas demandas y costumbres del público y tratar siempre de ofrecer cosas nuevas que mantengan el interés de sus fieles. Estas son, en buena parte, las razones de la llegada del laureado chef Óscar Velasco a Meating, todo un devoto del producto que desde ahora se ocupa de la dirección gastronómica del restaurante, revisando por completo su oferta gastronómica con la imaginación y sensibilidad que siempre le ha caracterizado.
En la carta, breve y siempre sujeta a los productos de temporada, se mantienen buena parte de los clásicos de Meating que la clientela sigue demandando con entusiasmo, aunque ya ‘oscarizados’ ganan en atractivo. Es el caso de las virutas de foie mi-cuit que ahora se sirven con jalea de manzana y maíz crujiente; o la carrillera de vaca, que pasa a elaborarse con vino tinto de Ramón Bilbao para acompañarse después de una fina crema de patata. Entres sus propuestas permanece inamovible –retirarlo sería un delito– el steak tartare cortado a cuchillo con las ya célebres patatas fritas de la casa. A pesar de su dominio de las carnes, la oferta de la casa no se limita a esta parcela, la carta de Meating contiene también entrantes, verduras (adquiridas a pequeños productores de Tudela y San Sebastián) y notables pescados, cuya elaboración, aunque cuenta con algún guiño creativo, toma como inspiración el recetario tradicional; buen ejemplo de ello es el lomo de merluza con pil-pil de sus espinas ligeramente picante o el rape con acelgas y mojo rojo. Y aunque la carta es breve, la posibilidad de pedir los platos en formato ‘media ración’ ayuda a una comida o cena de lo más variada.
Eso en lo referente a la experiencia en sala, pues en la zona de barra que se ubica a la entrada del restaurante, también dispone de una apreciable lista de pinchos y raciones a precios moderados, orientada fundamentalmente al momento afterwork. Bocados como sardina flameada con berenjena y jalea de manzana, tartar de salmón marinado con burrata o pimiento relleno de morro de vaca que acompañan a la perfección a la cerveza que pone cierre a la jornada laboral o a los cócteles de corte clásico que prepara el veterano Julián Durán. La nueva etapa de Meating quiere potenciar su faceta de bar-coctelería, razón por la que desde primera hora de la mañana en este espacio también se sirven desayunos y tartas para las reuniones vespertinas. Una ocasión, esta última, para saborear la famosa tarta de queso especial Meating, que debe acompañar siempre las sobremesas en este restaurante.
Fotos: Paco Montanet.
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Precio medio: 30-35€
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De lunes a domingo de 10:30 a 00h (comedor desde las 13h)
[tabby title=»Teléfono»]
91 431 69 97
[tabby title=»Dirección»]
Valenzuela, 7
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Retiro
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Web
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