Ni francés, ni pastelero de vocación. Resulta que la persona que hay detrás de Eclair Madrid (Amaniel, 38 <M> Noviciado), el obrador del barrio de Conde Duque consagrado en exclusiva a este pastel tan típico de la repostería francesa es, en realidad, madrileño e ingeniero de profesión. La saturación laboral llevó un día a Jose Manuel Rodríguez, que así se llama su propietario, a cambiar los tecnicismos del mundo de la ingeniería por las básculas de precisión y las recetas de repostería más clásicas en la escuela de cocina Le Cordon Bleu.
La repostería ya le gustaba de antes, pero fue su paso por la prestigiosa escuela lo que le llevó a plantearse seriamente montar su propio obrador. Y así ha sido. Solo que a diferencia de otras confiterías de la ciudad, que han apostado por dulces más conocidos -como macarons o cup cakes-, la suya está especializada solo en eclair. Un pastelito muy tradicional en Francia que aquí conocemos también como pepito o petisú y que, quien sabe, quizá sea el relevo generacional del momento. Jose Manuel ha tomado como base la receta tradicional, elaborada con pasta choux -es la misma con la que se hacen los profiteroles, por ejemplo-. Una masa hueca, hecha de huevos, leche, mantequilla, harina, azúcar, agua y sal, que se rellena de cremas de diferentes sabores.
Dependiendo del día, en Eclair Madrid se puede encontrar desde el clásico chocolate a avellanas, vainilla, frambuesa, chocolate 70%, brownie o incluso limón y merengue. Además de la exclusividad de sabores, que va variando regularmente, la diferenciación de Eclair Madrid respecto a sus competidores ha sido ofrecer los eclairs en dos tamaños: clásico y mini. Y parece que ha sido todo un acierto con el que ya se ha ganado el favor de los vecinos del barrio, habituales casi a cualquier hora del día, más en fin de semana y vísperas de festivos, que acuden para llevarse a casa su pastelito très chic.
Precio eclair: Pequeño 1€. Tamaño clásico 2,70€. Más información en su página de Facebook.
* Fotos: Alfonso Ondarroa