Con tres plantas rebosantes de diseño exquisito, cuatro cartas y otras tantas cocinas funcionando a todo gas de forma ininterrumpida todo el día, Lux promete convertirse en el restaurante de peregrinaje del barrio de Salamanca. Su invitación a un viaje gastronómico por España, Italia, Estados Unidos, México y Asia (en general) hacen esa promesa mucho más férrea.

Hace tiempo que el Grupo La Máquina se proponía abrir algo grande en Madrid pero pocos se esperaban un gigante como Lux. Y no solo por lo enorme del restaurante, también por su oferta, ideada por un equipo enorme de cocineros. El viaje comienza en la barra, en la planta de abajo, un espacio para el picoteo distendido donde tomar una Tortilla cremosa con foie y colmenillas, una Vieira hecha como los mejillones tigre, Tubos de patata hojaldrada con salsa brava y Mini croquetas de marisco, muy crujientes y con un sabor potente al producto… Tapas divertidas.

Ya en las siguientes plantas se vuelve más formal. Por un lado cuentan con una carta de sushi, hecho por cocineros expertos en una cocina que funciona como showcooking. Por otro, con una carta de la sala en la que ofrecen platos tan atractivos como el Papillote crujiente de bogavante con pesto de pistacho y tomate, con mucho sabor y una mezcla de texturas muy agradable. O la Costilla glaseada con barbacoa de Lamb’s Navy Rum, una carne que se deshace (por sus 10 horas cocinando a baja temperatura) envuelta en ese ron que ha caramelizado, y le da un toque tostado y dulce a la vez, y sobre unos cubos de patata bien frita. Estos platos dan buena cuenta de las técnicas y el mimo en cocina.

Otros platos dejan constancia del buen producto que prima en este restaurante (herencia de los restaurantes La Máquina, célebres por su producto fresco). Un ejemplo es el plato llamado Tomates, aromas y texturas, que lleva tomate rosa, moruno, corazón de buey y tomates cherry con flor de sal y AOVE, tomates que saben a tomates de verdad y que solo necesitan ese aliño para brillar. O el Tartar de atún con aliño japo, un atún de la almadraba de Barbate como mantequilla aliñado con salsa de shiso.

De postre, desde una selección de quesos (Braojos, Búcaro Azul y Colston Basset Stilton) con mermelada de higos y texturas de pan, a helados artesanos o el rey de esta cuarta carta: la Millefeuille, una milhojas con hojaldre caramelizado relleno de crema y coronado por frutas del bosque.

Además cuentan con una carta de cócteles para tomar en barra después del trabajo o terminar una comida o una cena con la sobremesa que te apetezca tener, pues si algo (más) tiene a su favor este restaurante es que no tiene turnos, se viene a disfrutar tranquilamente. El espacio invita a ello. Tres plantas inundadas por la luz de sus enormes ventanales y decoradas con aires cosmopolitas, fruto de la inspriación en el ingerniero Jorge Juan que da nombre a la calle en la que se encuentra, un viajero incansable. Lámparas de diseño, sillas tapizadas con diferentes temas, una vajilla exquisita pero moderna y sofás de terciopelo que te acogen a cualquier hora del día para que disfrutes de este lujo gastronómico.

* Fotos: Paco Montanet.

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Precio medio carta 30-35€
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Todos los días de 12:30 a 2:30h. Cocina ininterrumpida hasta las 00:30h.
[tabby title=»Teléfono»]
918 33 42 55
[tabby title=»Dirección»]
Jorge Juan, 22
[tabby title=»Metro»]
Verlázquez/Serrano
[tabby title=»Online»]
Web / Facebook
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