Según entramos, lo primero que llama la atención en Wanda Café son los tonos flúor, rosa y amarillo, en diferentes rincones de la barra. Así se presenta este local de la calle María de Molina, muy cerca del paseo de la Castellana, donde es fácil encontrar a un público formado por estudiantes del Instituto de Empresa y vecinos de la zona. Un espacio decorado por el interiorista dominicano Parolio en el que destaca un cierto aire veraniego, con multitud de elementos como estampados, maderas y colores pastel. Todo ello hace que nos sintamos rápidamente cómodos y olvidemos el ajetreo tan común de la zona, a ello también ayudan fotografías con imágenes tomadas en playas de California o Florida.

El amplio local consta de varias alturas donde poder acomodarse y disfrutar de su variada selección de cocina internacional, además de cócteles, cafés y una surtida gama de zumos, entre ellos los tan solicitados detox. Dentro de la carta, destacan aquellos platos pensados para compartir en amplias raciones. Se pueden encontrar nachos con guacamole, aquí llamados ‘Guacawanda’; un risotto con trufas y setas funghi porcini, muy comunes en Italia; presa ibérica con salsa de piquillos; pollo tikka masala, servido con salsa curry en una cazuela con arroz basmati; o un carpaccio de lubina con vinagreta de lima y mango, uno de sus platos más refrescantes.

Pero si por algo se caracteriza Wanda es por su variada carta, en la que sobresale su lado mas healthy, con platos aptos también para vegetarianos como la ensalada verde trufada con canónigos, espárragos trigueros, parmesano y aceite de trufa; el taboule de inspiración marroquí con sémola, broccoli, cebolla, zanahoria, pimientos y hierbabuena; o el hummus con comino y pan de pita. A todo esto habría que sumar los zumos, como el llamado ‘power’ (con naranja, plátano, polvo de guaraná, muesli y zanahoria), el ‘green’ (con espinaca, jengibre, apio y manzana) o el ‘sunny’ (con naranja, zanahoria y remolacha).

En los postres destaca la cookie de montaña, una galleta de gran tamaño con coulis de chocolate caliente, helado de vainilla y almendras; y para los desayunos, el brunch y las tardes cuentan con las tartas de Celicioso, aptas para celíacos e intolerantes a la lactosa.

Un espacio ideal para quedar con los amigos a comer o disfrutar del afterwork, donde los cócteles hacen aparición a primera hora de la tarde. No es sencillo encontrar por la zona un local de estas características, un pequeño oasis a cien metros de la ruidosa Castellana.

Fotos: Carlos León

Precios: 20€ de media
Horario: De lunes a domingo de 08h a 00h
Teléfono: 917 37 53 64
Dirección: María de Molina, 1
Metro: Gregorio Marañón
Online: Web / Instagram