Lemon Jelly Marshmallows nació en 2013 para causar la revolución del sector. Un proyecto de Carmina Núñez que tenía mucho que aportar al universo del azúcar y los productos anti-industriales.
Así, materializó todo ese imaginario en una startup que elabora nubes de azúcar gourmet 100% artesanas, sin conservantes ni aditivos adicionales. Porque la imagen de los boy scouts comiendo nubes alrededor del fuego sale de la gran pantalla. Ahora es una realidad que, además, tiene un acento mucho más gourmet (y natural) que esos masrhsmallows tan típicos de las historia hollywoodienses.
A través de infinidad de formatos, colores y sabores, las nubes esponjositas nos conducen a un estado extrasensorial permanente. Para los que buscan no salirse de lo clásico: de fresa, limón, vainilla, naranja, menta o coco. Para quienes esperan sabores sorprendentes, uno de los aciertos seguros son los marshmallows de violetas con chocolate blanco o los de café. Y, además, los golosos empedernidos podrán fijarse en las nubes de natillas con galleta o quizás en las de oreo. Sus opciones se extienden en un largo recorrido por los sabores más ‘fresh’.
Las nubes no solo toman su forma en cuadraditos, van más allá y se transforman en corazones, piruletas o se recubren de chocolate para poder ser (aún) más dulces. En ellas también se pueden incluir logos, fotos y mensajes, readaptándolas así a cualquier temática o situación. Finalmente, su e-commerce permite el acceso vip a todo ese mundo de ensueño y color.